Existe una dicotomía entre las medidas que reconocen la contribución positiva de los migrantes y de la gestión migración en el ámbito económico del país de origen, principalmente. Frente a otras medidas que representan una reacción a la migración y a los migrantes como un fenómeno dañino y amenazador para los países de destino, y con las nuevas tendencias migratorias la frontera vertical se expande, y los países de tránsito se van convirtiendo paulatinamente en país de estancia prolongada, como es el caso de México.