El pasado miércoles 29 de noviembre celebramos en el itdUPM un nuevo diálogo (im)probable organizado conjuntamente con Acción Contra el Hambre y en colaboración con el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, en el marco de la Revista DIECISIETE.
¿Cómo fue la sesión?
El diálogo se enfocó en la dimensión democrática de la transición justa, y trató de contestar a la pregunta de cuánta atención se está prestando a la voz de la ciudadanía en este complejo asunto.
El tema fue inspirado por la publicación del 8.º monográfico de la revista (“La renovación del contrato social para garantizar la implementación de la Agenda 2030”), donde profundizamos en que, para reducir la polarización en una sociedad fragmentada, se necesita ser capaces de generar consensos amplios y escuchar e incorporar voces que hasta ahora han sido parcial o totalmente excluidas del debate público o del proceso de diseño de políticas públicas.
Nos acompañó Yago Bermejo, físico de formación, co-fundador de Deliberativa.org y experto en democracia ciudadana. Tras haber trabajado en Medialab Prado, y ser parte del equipo diseñador y coordinador del Observatorio de la Ciudad (primer órgano deliberativo de carácter permanente), desde 2019 ha diseñado y ejecutado múltiples proyectos de escala local y regional. Bermejo también está muy implicado en la Conferencia del Futuro de Europa, los Paneles Europeos de Nueva Generación, y la Global Assembly on Climate Emergency.
Centrándose en la fórmula de las asambleas ciudadanas, Bermejo enfatizó que la participación ciudadana no debe limitarse a un espacio voluntario, ya que esta voluntariedad conlleva ciertos sesgos culturales y de educación. Es por ello que aboga por un enfoque de “stakeholder participation”, donde se busca una representación más amplia y equitativa.
Las asambleas ciudadanas
En su presentación, también destacó la legitimidad especial de las asambleas ciudadanas, donde la participación se decide por sorteo entre toda la ciudadanía. Este método amplía la diversidad, pero también transforma los sesgos preexistentes. Es fundamental -dijo- lograr una estratificación que represente verdaderamente a la población a la que sirve la asamblea.
En Europa, diversas leyes importantes se han decidido a través de la participación ciudadana, desde la eutanasia en Francia hasta el aborto en Irlanda. Entre las distintas fórmulas de participación ciudadana, Bermejo se centró especialmente en las asambleas climáticas, un área de enfoque particular para él y su equipo.
A través de proyectos como CLIMAte, por ejemplo, están buscando apoyar la transformación hacia la resiliencia climática, proporcionando una innovadora caja de herramientas para permitir estrategias de empoderamiento y participación que promuevan una sociedad “resiliente por diseño”.
También puso el ejemplo de la “Global Assembly”, que se llevó a cabo en la Green Zone de la COP26 en Glasgow. En este caso, se planteó la cuestión de quiénes realmente gobiernan el mundo y cómo estas asambleas pueden desafiar los perfiles de liderazgo predominantes. Con este ejemplo, resaltó la importancia de las asambleas para impulsar la justicia social en ausencia de herramientas de democracia global.
En resumen, el objetivo consiste en reformular el debate público, desde la diversificación equilibrada de las voces participantes hasta convertir temas en dilemas políticos.
La conclusión apunta a procesos permanentes de participación ciudadana, donde la ciudadanía esté involucrada continuamente en los debates y decisiones.
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