El presente artículo reflexiona sobre los daños colaterales de las remesas para países que dependen en gran medida de ellas, utilizando como ejemplos Guatemala, El Salvador y Honduras. En la práctica se produce lo que podemos considerar como una paradoja, según la cual, mientras más personas salen del país y más remesas aportan a la economía y a la sociedad, más difícil es convertir la remesa en una fuente eficiente y sostenible de desarrollo.