La política exterior de España se encuentra en continuo proceso de adaptación a los nuevos retos que el orden internacional y el multilateralismo presentan. La Agenda 2030 se presenta como horizonte para afrontar retos tanto tradicionales como nuevos. En ella, las tecnologías humanitarias empiezan a adquirir progresivamente mayor protagonismo. Su incidencia es clave tanto en la planificación como en la implementación y evaluación del desempeño de la política exterior. Sin embargo, la tecnología humanitaria es un asunto poco analizado desde este prisma.